En la vida, tienes momentos de esplendor y momentos (no digamos malos) sino no tan esplendorosos.
Lo que no podemos negar, es que todos al equivocarnos, deseamos que la tierra nos trague, volvernos invisibles, correr, o simplemente desaparecer.
La vida, por muy bonita que se le ponga, no es fácil. En ella te ves obligado a evolucionar, a cambiar para sobrevivir en una sociedad en la que si pierdes el ritmo estás acabado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario