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lunes, 8 de abril de 2013

Abre los ojos.

Tras los ojos de una persona, se esconde una historia.

Este fin de semana he estado en una quedada con un grupo de chicos, de los cuales no conocía a casi la mitad, y he cometido muchos errores prejuzgando.
Ahora soy conocido de todos, y amigo de casi todos.

Tu y yo nos hicimos amigos, desde el momento en el que traspasamos las barreras y nos vimos a nosotros mismos.

El ser humano es por excelencia un ser que prejuzga a las cosas por seguridad, pero una seguridad deja de ser tan segura si te pierdes lo que de verdad hace a una persona ser persona, que es su vida, su interior.

El cuerpo humano solo es una armadura que nos protege, algo que se ha escogida al azar. Lo que guarda ese cuerpo, es un alma, unos sentimientos, una persona.

Tras los ojos de una persona, se esconde una historia. Y muy pocas veces nos paramos a ver el interior de cada persona. En mi vida me he tenido que perder multitud de amigos por prejuzgar.

Así que abrid los ojos, estad atentos porque un amigo puede salir de cualquier sitio, de cualquier sitio.


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